Cuando piensas en alimentos que combaten el cáncer, ¿qué es lo que normalmente te viene a la mente? Tal vez piense en cúrcuma, jengibre o té verde, pero ¿qué pasa con los tomates? Probablemente estés al tanto de que son buenos para ti, pero ¿sabías que realmente pueden reducir el riesgo de cáncer de estómago?
Ese fue el hallazgo de un estudio llevado a cabo por la Universidad de Temple y el Centro de Investigación Oncológica Mercogliano en Italia. Los investigadores analizaron los extractos lipofílicos de tomates enteros para determinar su impacto en las características neoplásicas de las líneas celulares en el cáncer gástrico. Descubrieron que los extractos tomados de dos variedades de tomate en particular, San Marzano y Corbarino, podían evitar que las células malignas del cáncer de estómago clonaran y crecieran. Los extractos de tomate enteros impidieron que las células migraran lejos del tumor primario, causando su muerte.
Si le gusta la cocina, probablemente ya esté familiarizado con los tomates de San Marzano, que son la variedad preferida para la salsa de pizza. Estos tomates de ciruela crecen cerca del Monte Vesubio, donde el rico suelo volcánico les da su carne dulce distintiva y baja acidez. Su textura carnosa, piel gruesa y una cantidad relativamente baja de semillas se combinan para hacerlas completamente diferentes de los tomates comunes. Los tomates Corbarino crecen en la misma área y tienen características similares.
Los investigadores dicen que los efectos antitumorales de estos tomates no provienen de componentes específicos como el licopeno solo; en cambio, sus resultados indican que el tomate entero debe consumirse para cosechar los beneficios. Es un hallazgo significativo cuando se considera que el cáncer de estómago es el tipo de cáncer más común en el mundo. Sus hallazgos fueron publicados en el Journal of Cellular Physiology.
Tomates llenos de licopeno contra el cáncer
A pesar de ser un alimento básico en la dieta mediterránea, este es solo uno de un puñado de estudios para analizar los efectos del tomate entero. Sin embargo, los diferentes componentes de los tomates se han estudiado ampliamente a lo largo de los años por sus habilidades para combatir el cáncer. El licopeno, por ejemplo, ha sido explorado en profundidad por su capacidad para destruir los radicales libres. El antioxidante es lo que le da a los tomates su color rojo. Si bien se pueden encontrar pequeñas cantidades en sandía, pomelo y guayaba, cuatro quintas partes del licopeno en la dieta estadounidense promedio provienen de tomates y productos de tomate como el jugo de tomate, la salsa de espagueti y el ketchup.
Los estudios han demostrado que el licopeno puede prevenir el cáncer de pulmón, próstata, estómago, colon, páncreas, esófago, cuello uterino y mama. Además, puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular de una persona gracias a sus efectos reductores del colesterol y la presión arterial.
Se necesita más investigación para explorar si otros tipos de tomates podrían tener un efecto similar. Es posible que algunas variedades tengan un efecto mayor que otras, y sería útil averiguar cuáles son los luchadores contra el cáncer más poderosos.
Comience a comer más tomates orgánicos hoy
Mientras tanto, no puedes equivocarte si incorporas más tomates en tu dieta. Elija variedades orgánicas y trate de comprar local siempre que sea posible. Cocinarlos aumenta la biodisponibilidad del licopeno, al igual que consumirlos con una grasa como el aceite de oliva o el queso.
Si no eres fanático de los platos de tomate cocido, prueba diferentes formas de consumirlos crudos, por ejemplo, cortados en rodajas y rociados con vinagre balsámico, picados en una ensalada verde o de pasta, o con otras verduras como parte de un plato casero fresco salsa. ¡No te pierdas este poderoso regalo de la naturaleza!