El zinc es el segundo mineral más prevalente en el cuerpo humano, solo superado por el hierro. Es esencial en la producción y la función de más de 300 enzimas y hormonas. Pero su vínculo con el riesgo de cáncer es muy interesante.
Por ejemplo, una investigación de la Universidad de Texas en Arlington ha descubierto que el zinc es esencial para la prevención del cáncer, especialmente el cáncer de esófago. Por cierto, investigaciones previas habían determinado la importancia del zinc y su efecto protector para el esófago; sin embargo, los científicos nunca estuvieron seguros de por qué esto era así.
Detener el cáncer: el zinc se dirige con eficacia a las células cancerosas
Investigadores de la Facultad de Enfermería y Salud Innovación de la UTA se asociaron con un investigador experimentado en cáncer de esófago. Sus esfuerzos determinaron que el zinc en realidad se dirige a las células del cáncer de esófago, dejando las células normales en paz.
Parece que funciona al impedir la señalización hiperactiva del calcio en las células cancerosas, que no es un problema en las células normales. De esta forma, el zinc inhibe el cáncer selectivamente, solo en las células que exhiben este comportamiento.
Los resultados de la investigación se publicaron en la revista Federation of American Societies for Experimental Biology.
Tenga en cuenta que el cáncer de esófago es el sexto tipo de cáncer más mortal en el mundo, según el Instituto Nacional del Cáncer. Hubo alrededor de 16,000 muertes por cáncer de esófago en los EE. UU. En 2016. Y, (hablando convencionalmente) la tasa de supervivencia promedio después de cinco años es menos del 20 por ciento.
Punto importante: el zinc es crucial para una función inmune óptima
Se ha observado deficiencia de zinc en numerosos pacientes con cáncer. Este mineral es claramente muy importante e integral para la salud humana en una variedad de niveles.
Por ejemplo, la ausencia de zinc debido a la deficiencia puede afectar el funcionamiento de las células de manera espectacular, lo que impide el desarrollo adecuado de numerosas enzimas y proteínas clave. El zinc también es un poderoso antioxidante que elimina y elimina los radicales libres que dañan las células.
Además, una deficiencia de zinc puede conducir a una variedad de diferentes tipos de cáncer, así como a otras enfermedades. También puede causar problemas de memoria y cognición.
Y, como ya se mencionó, el zinc es un elemento esencial de la salud del sistema inmune, la producción y el funcionamiento de las células T, que es el glóbulo blanco que es tan integral en la cicatrización de heridas como para combatir a los invasores, las bacterias y las enfermedades.
La lista de beneficios sigue y sigue: el zinc también es crucial para el funcionamiento de la glándula del timo, otro componente crucial del sistema inmunitario.
Y, finalmente, una deficiencia de zinc está relacionada con la anemia, el crecimiento tumoral, el desarrollo infantil deteriorado, una mayor incidencia de neumonía y diarrea en los bebés, así como mayores tasas de mortalidad infantil.
En última instancia, una cantidad insuficiente de zinc puede incluso dañar el sentido del olfato y el gusto.
Acción: los suplementos de zinc pueden ayudar a prevenir el cáncer
Los alimentos que son ricos en zinc incluyen espinacas, ostras, camarones, linaza, semillas de calabaza y carne de res. Sin embargo, la administración de suplementos de zinc puede ser una forma conveniente de asegurarse de obtener suficiente de este nutriente esencial.
Se ha descubierto que la suplementación de solo 15 mg de zinc al día mejora el funcionamiento de las células T y aumenta la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones, según investigadores de la Universidad de Florida. Obviamente, como siempre sugerimos, hable con un proveedor de servicios médicos con experiencia para determinar si está obteniendo suficiente de este mineral crucial.